Gabriela está harta de que nadie la tome en serio en su trabajo. Estudió periodismo para escribir historias que cambiasen el mundo y se pasa las mañanas corrigiendo los artículos de otros.
Harta de esta situación, decide ir en busca de una noticia que le dé el prestigio que necesita, y, con la intención de conseguir un titular jugoso, envía un correo electrónico al delincuente más odiado de todo el país.
Cuando, después de cuatro años entre rejas, Tomás recibe dicho mensaje, sabe que todo está a punto de cambiar para siempre.